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Otra temporada memorable de los Rays de Tampa Bay con 100 victorias (récord de la franquicia y únicos en lograrlo en la Liga Americana). Aún perdiendo a sus principales lanzadores (Blake Snell y Charlie Morton) en agencia libre y a Tyler Glasnow por lesión, regresaron a la postemporada con solo 3 de los miembros de su staff de picheo que estuvieron en la Serie Mundial de 2020.
Algunos de sus problemas en la Serie Divisional que terminó anoche con victoria de Boston Red Sox:
En el medio del lineup no hubo producción (Lowe+Cruz: 35-3)
El pitcheo abridor —muy joven— no avanzó en los partidos
Problemas de inexperiencia a la defensa
Algunos errores y caprichos de la dirección.
Incluso, podríamos señalar otros más, pero… los Rays siguen siendo el equipo más increíble del juego. Comenzando el año con la nómina salarial #25 entre 30 organizaciones y desafiando modelos tradicionales por necesidad y supervivencia, se han ubicado en el lente más emocionante del béisbol.
En el plano individual, por supuesto, volvió a brillar el Mr. Octubre cubano Randy Arozarena
El de Arroyos de Mantua logró su 9no juego consecutivo bateando de hit en postemporada, con lo cual empató a Bert Campaneris y queda a uno de Yoenis Céspedes, el cubano dueño de la mayor racha.
Además, Randy completó su 18vo juego al hilo embasándose en postemporadas.
A no ser que ocurra un cambio, las posibilidades de que Randy empate y supere la marca de Céspedes recae en que, una vez más, el modelo de juego de Kevin Cash y los Rays —respaldado por una gerencia innovadora y valiente— triunfe sobre algunos de los gigantes financieros de MLB.
Esa será una historia más para contar.
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